Estrés y ansiedad

Programas de tratamiento específico de INTECO

¿Qué es el estrés?

El estrés es la respuesta física y emocional que ocurre cuando una persona se enfrenta a demandas que percibe como desafiantes o amenazantes

Persona con estrés por el trabajo (Burnout)

Es una reacción natural del cuerpo diseñada para protegernos, también conocida como la reacción de “lucha o huida”. En pequeñas dosis, nos ayuda a reaccionar y adaptarnos a los acontecimientos.

Sin embargo, cuando el estrés es excesivo o no se controla adecuadamente puede producir problemas de desgaste mental, como irritabilidad y ansiedad, o trastornos psicosomáticos.

Puede ser provocado por factores externos (como problemas laborales, financieros, o personales) o internos (como expectativas autoimpuestas).

¿Cuáles son los síntomas del estrés?

Síntomas físicos

Dolor de cabeza

El estrés puede causar tensión muscular y vascular en la cabeza, lo que a menudo resulta en dolores de cabeza tensionales o migrañas.

Tensión muscular

Especialmente en el cuello, hombros y espalda, la tensión muscular es una reacción común al estrés.

Fatiga crónica

Sentirse constantemente cansado o agotado es un síntoma físico frecuente del estrés.

Problemas de sueño

Insomnio, despertares frecuentes durante la noche o sueño no reparador son comunes.

Problemas cardiovasculares

Hipertensión, cardiopatías, en los casos en que el estrés se prolongue mucho en el tiempo.

Problemas gastrointestinales

Diarrea, estreñimiento, y malestar estomacal son respuestas físicas al estrés prolongado.

Síntomas emocionales

Irritabilidad

Sentirse enojado o agitado por pequeñas cosas puede ser una señal de estrés.

Ansiedad o nerviosismo

Sentimientos persistentes de preocupación o tensión.

Problemas de memoria y concentración

Menor energía para realizar tareas que requieran esfuerzo y atención.

Tristeza o depresión

El estrés prolongado puede llevar a sentimientos de desesperanza o tristeza profunda.

Sensación de abrumamiento

Sentir que las demandas diarias son incontrolables o demasiado difíciles de manejar.

Síntomas conductuales

Cambios en el apetito

Comer en exceso o, por el contrario, pérdida de apetito.

Uso incrementado de sustancias

Aumento en el consumo de alcohol, tabaco o drogas para lidiar con el estrés.

Aislamiento social

Evitar amigos, familia o actividades que solían ser placenteras.

Disminución de la actividad física

Dejar de lado el ejercicio o actividades recreativas.

Irascibilidad

Menor paciencia y tolerancia, con posibles explosiones de ira.

¿Qué es la ansiedad?

Es una respuesta emocional caracterizada por sentimientos de tensión, pensamientos preocupantes y cambios físicos. Puede ser una reacción ante situaciones cotidianas y no necesariamente necesita la presencia de una amenaza inmediata.

La ansiedad se convierte en un problema cuando es persistente, excesiva y no está justificada por la situación, interfiriendo con la vida diaria.

La respuesta a las amenazas se dispara muy fácilmente o ante peligros potenciales que no están presentes.

La persona, en estos casos experimenta un estado displacentero por el sentimiento dominante de no poder controlar su ansiedad y de estar dominada por pensamientos persistentes centrados en su estado, sus temores o sus preocupaciones.

Trastornos de ansiedad

Son los problemas de salud mental más comunes, en los cuales la ansiedad le interfiere en la realización de algunas actividades, conducirse con propiedad en ciertas situaciones o le impide disfrutar situaciones placenteras

¿Cuáles son los síntomas de ansiedad?

Síntomas físicos

Palpitaciones

Sensación de latidos del corazón rápidos o irregulares.

Sudoración

Sudoración excesiva, especialmente en las palmas de las manos y pies.

Temblores

Temblor en las manos o en otras partes del cuerpo.

Tensión muscular

Puede generar contracturas, dolores o rigidez.

Mareos

Sensación de mareo o vértigo.

Síntomas emocionales

Preocupación exesiva

Preocuparse constantemente por situaciones diarias.

Miedo irracional

Temores intensos y desproporcionados respecto a situaciones o cosas específicas.

Sensación de peligro

Sentirse constantemente en riesgo o que algo malo va a suceder.

Inquietud

Sentir una necesidad interna de mantenerse en movimiento.

Síntomas conductuales

Evitación de situaciones

Evitar lugares o situaciones que provocan ansiedad.

Incapacidad de relajarse

Sentirse siempre tenso y no poder relajarse.

Comportamientos compulsivos

Realizar acciones repetitivas para reducir la ansiedad, como lavarse las manos continuamente.

En INTECO ofrecemos tratamiento para el estrés y la ansiedad

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Importancia del estrés y la ansiedad

Argentina:

  • Según la Encuesta Nacional de Salud Mental, aproximadamente el 16,4% de la población argentina experimenta algún tipo de trastorno de ansiedad a lo largo de su vida. Este dato resalta la prevalencia significativa de los problemas de ansiedad en el país.
  • En adolescentes y jóvenes, se observa un aumento en la incidencia de trastornos de ansiedad, asociado con factores como la presión académica, el uso de redes sociales y la incertidumbre sobre el futuro.

Mundiales:

  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 264 millones de personas en todo el mundo sufren de trastornos de ansiedad, lo que lo convierte en uno de los trastornos mentales más prevalentes.
  • La prevalencia de trastornos de ansiedad es notablemente más alta en mujeres (23.4%) en comparación con los hombres (14.3%), según estudios globales. Este fenómeno podría estar relacionado con factores biológicos, hormonales y sociales.

En INTECO abordamos el tratamiento del estrés y la ansiedad utilizando múltiples herramientas, con el objetivo de evitar sus consecuencias nocivas

¿Cómo es el tratamiento de la ansiedad y el estrés?

Comprender las diferencias entre el estrés y la ansiedad es crucial para abordar y tratar cada uno de manera efectiva. Mientras que el estrés es una respuesta a eventos externos identificables y es generalmente temporal, la ansiedad puede ser una condición persistente e interna que requiere un enfoque terapéutico más intensivo. Reconocer estas diferencias ayuda a las personas a buscar el tratamiento adecuado y a desarrollar estrategias de manejo más efectivas para mejorar su bienestar mental.

El tratamiento se basa en detectar las situaciones desencadenantes, evaluar cuando la respuesta se vuelve disfuncional y generar herramientas para un manejo adecuado de los estresores y de la respuesta de ansiedad.

Estrategias de autocuidado y del manejo del estés

Técnicas de relajación y respiración

La respiración profunda y controlada puede ayudar a reducir los síntomas físicos de la ansiedad, junto con la relajación muscular progresiva, pueden reducir significativamente los síntomas de estrés.

Ejercicios: Practicar respiración diafragmática antes de dormir puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y reducir la tensión diaria. Práctica diaria de la respiración 4-7-8 (inhalar por 4 segundos, retener por 7 segundos, exhalar por 8 segundos).

Actividad física

Mantener una rutina de ejercicios puede ayudar a liberar endorfinas y reducir los niveles de ansiedad. El ejercicio regular también mejora el estado de ánimo y disminuye los niveles de cortisol. Actividades como caminar, correr, nadar o practicar yoga son beneficiosas.

Ejemplo: Participar en actividades como el yoga, la natación o la caminata. Incorporar 30 minutos de actividad física, como una caminata rápida, al menos 5 veces a la semana.

Hábitos de sueño saludables

Mantener una rutina regular de sueño y crear un ambiente propicio para el descanso es crucial para la salud mental.

Ejemplo: Establecer una hora fija para acostarse y despertar, y evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir.

Mindfulness y meditación

La práctica de mindfulness ayuda a centrarse en el presente y reduce la rumiación. Estudios han demostrado que la meditación puede disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

Ejercicio: Dedicar 5 minutos cada mañana a una meditación guiada puede mejorar significativamente el manejo del estrés.

Headspace: Aplicación para meditación guiada y mindfulness. Ofrece sesiones diarias y programas específicos para reducir el estrés y la ansiedad.

Calm: Aplicación que incluye ejercicios de respiración, técnicas de relajación y música para el sueño, diseñada para reducir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño.

Terapia psicológica

Terapia cognitivo-conductual (TCC)

La terapia cognitiva es efectiva para el tratamiento de los trastornos de ansiedad al ayudar a las personas a identificar, entender y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento que perpetúan la ansiedad y contribuyen al estrés. Trabajar con un terapeuta para desarrollar habilidades de afrontamiento efectivas puede ser crucial.

Ejemplo: Exposición gradual a las situaciones que causan ansiedad para disminuir la reacción de miedo y mejorar la tolerancia a la ansiedad. Un terapeuta también puede enseñar técnicas para desafiar pensamientos catastróficos y reemplazarlos con pensamientos más realistas y positivos.

Terapia de exposición

Este tipo de terapia implica exponerse gradualmente a los objetos o situaciones temidas bajo la guía de un terapeuta, lo que ayuda a reducir la respuesta de ansiedad.

Ejemplo: Una persona con fobia social podría practicar hablar en público en escenarios controlados y seguros.

Terapia dialéctico conductual

La terapia dialéctica conductual combina técnicas de la terapia cognitivo conductual con conceptos de aceptación y mindfulness, y es particularmente útil para el trastorno de ansiedad generalizada y en el trastorno de personalidad límite.

Ejemplo: Uso de la técnica de regulación emocional para manejar la ansiedad intensa en situaciones difíciles.

Terapia de aceptación y compromiso (ACT)

La terapia de aceptación y compromiso se enfoca en aceptar los pensamientos y sentimientos difíciles en lugar de luchar contra ellos, mientras se compromete a acciones que mejoran la vida.

Ejemplo: Practicar ejercicios de aceptación y mindfulness para reducir la resistencia y el sufrimiento asociado con el estrés.

Tratamientos médicos

Empleo de medicación para la ansiedad y el estrés

En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos para ayudar a manejar el estrés crónico y los trastornos de ansiedad. Es necesaria la consulta con un psiquiatra para evaluar la necesidad y la idoneidad de medicación, especialmente si los síntomas interfieren significativamente con la vida diaria.

Ansiolíticos:

Los medicamentos como las benzodiazepinas pueden ser efectivos para el alivio a corto plazo de la ansiedad severa, pero su uso prolongado puede llevar a dependencia. La prescripción debe ser cuidadosamente monitoreada por parte de un psiquiatra para evitar el riesgo de dependencia.

Antidepresivos:

Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y otros antidepresivos pueden ser efectivos para tratar trastornos de ansiedad a largo plazo. Es necesaria la evaluación y seguimiento continuo con un psiquiatra para ajustar la medicación según sea necesario.